sábado, 11 de abril de 2020

CORONAVIRUS 2019 (COVID-19) / 繁體中文

¿Qué causa el COVID-19?

Los coronavirus (CoV) son una familia de virus ARN (ácido ribonucleico). Se denominan coronavirus porque la partícula viral muestra una característica “corona” de proteínas espiculares alrededor de la envoltura lipídica. Las infecciones por CoV son frecuentes en animales y humanos. A pesar de que algunas cepas de CoV son zoonóticas, es decir, pueden transmitirse de los animales a los humanos y viceversa, la mayoría de las cepas no son zoonóticas.
En humanos, los CoV pueden causar diferentes enfermedades, desde resfriados comunes a enfermedades más graves como el Síndrome respiratorio de Oriente Medio (causado por el MERS-CoV) y el Síndrome respiratorio agudo grave (causado por el SARS-CoV). Investigaciones minuciosas han demostrado que el SARS-CoV se transmitió de la civeta a los humanos y el MERS-CoV del dromedario a los humanos.

En diciembre de 2019, se notificaron casos humanos de neumonía de origen desconocido en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, China (República Popular). Las autoridades chinas identificaron un nuevo CoV como el agente causante. Desde entonces, casi todos los países del mundo han notificado casos en humanos y la Organización Mundial de la Salud OMS ha declarado el COVID-19 como una pandemia. Para obtener información actualizada, por favor, consulte el sitio de la OMS.
El Comité Internacional para la Taxonomía de los Virus (ICTV, por sus siglas en inglés) ha denominado el CoV causante con el nombre científico SARS-CoV-2. “El virus COVID-19” o “el virus responsable del COVID-19” pueden ser denominaciones utilizadas para referirse al virus. COVID-19 refiere a la enfermedad causada por el virus.

¿Son los animales responsables del COVID-19 en humanos?

La vía de transmisión predominante del COVID-19 es de humano a humano.

La información disponible actualmente sugiere que el virus COVID-19 surgió de un origen animal. Los datos de secuencia genética muestran que el virus del COVID-19 es un pariente cercano de otro CoV que circula en poblaciones de murciélagos del género Rhinolophus (murciélagos de herradura). No obstante, hasta el momento, no se dispone de suficiente evidencia científica para identificar el origen del virus del COVID-19 o explicar la vía de transmisión original a los humanos (que puede implicar un huésped intermedio).
Se requieren investigaciones para encontrar la fuente, determinar cómo el virus se introdujo en la población humana y establecer el posible papel de un reservorio animal en esta enfermedad.
El grupo asesor informal de la OIE sobre el COVID-19, ahora Grupo ad hoc de la OIE sobre el COVID-19 y la interfaz humano-animal, debatió sobre las prioridades de la investigación del origen animal y el presidente del Grupo de trabajo sobre la fauna silvestre de la OIE fue el encargado de su presentación en el Foro mundial de investigación e innovación de la OMS (11-12 de febrero de 2020). Para mayor información acerca de este Grupo ad hoc de la OIE sobre el COVID-19 y la interfaz humano-animal y la iniciativa I&D de la OMS, refiérase a los enlaces “más información” en la parte inferior de esta página.

¿Pueden los animales infectarse por el virus COVID-19?

Ahora que las infecciones por el virus COVID-19 se han distribuido ampliamente en la población humana, existe una posibilidad de que algunos animales se infecten a través de un contacto cercano con humanos infectados. La infección de animales por el virus del COVID-19 pueden tener consecuencias para la sanidad y el bienestar animal y para la conservación de la fauna silvestre..

Varios perros y gatos (gatos domésticos y un tigre) han dado resultados positivos al virus del COVID-19 tras un contacto estrecho con personas infectadas. Puede encontrar mayor información notificada a la OIE en la sección “más información”.
Se están realizando estudios para comprender mejor la susceptibilidad de diferentes especies animales al virus del COVID-19 y evaluar la dinámica de la infección en especies animales susceptibles.
Resultados preliminares de estudios de laboratorio sugieren que, en las especies animales investigadas hasta ahora, los gatos son la especie más susceptible al COVID-19 y pueden afectarse por la enfermedad clínica. En condiciones de laboratorio, los gatos pueden transmitir la infección a otros gatos. Los hurones también parecen ser susceptibles a la infección, pero menos a la enfermedad. En condiciones de laboratorio, los hurones transmitieron la infección a otros hurones. Los perros parecen ser susceptibles a la infección, aunque menos que los hurones y los gatos. En entorno de laboratorio también se infectaron murciélagos frugívoros que no mostraron signos de enfermedad o la habilidad de transmitir la infección eficazmente a otros murciélagos.
Hasta la fecha, los resultados preliminares de los estudios sugieren que las aves de corral y los cerdos no son susceptibles a la infección por SARS-CoV-2.
En la actualidad, no hay evidencia que sugiera que los animales infectados por humanos tengan un papel en la propagación del COVID-19. Los casos en el hombre se deben a un contacto de persona a persona.

¿Qué se sabe sobre el COVID-19 y los animales de compañía?

La propagación actual del COVID-19 es el resultado de una transmisión de humano a humano. Hasta la fecha, no existe evidencia de que los animales de compañía tengan un rol significativo en la propagación de la enfermedad. Por consiguiente, no existe justificación alguna para tomar medidas relacionadas con los animales de compañía que puedan afectar a su bienestar.
Han sido reportados a la OIE algunos ejemplos de infección en animales, que se pueden consultar en la sección “más información”. Hasta ahora, parecen casos aislados y no existe evidencia alguna de que los animales de compañía estén tomando parte en la transmisión de la enfermedad en los humanos, como tampoco de que se enfermen.
Resultados preliminares de estudios de laboratorio sugieren que, en las especies animales investigadas hasta ahora, los gatos son la especie más susceptible al COVID-19 y pueden afectarse por la enfermedad clínica. En condiciones de laboratorio, los gatos pueden transmitir la infección a otros gatos. Los hurones también parecen ser susceptibles a la infección, pero menos a la enfermedad. En condiciones de laboratorio, los hurones transmitieron la infección a otros hurones. Los perros parecen ser susceptibles a la infección, aunque menos que los hurones y los gatos. En entorno de laboratorio también se infectaron murciélagos frugívoros que no mostraron signos de enfermedad o la habilidad de transmitir la infección eficazmente a otros murciélagos.
Hasta la fecha, los resultados preliminares de los estudios sugieren que las aves de corral y los cerdos no son susceptibles a la infección por SARS-CoV-2.

¿Qué medidas preventivas se deben tomar cuando los animales de compañía u otros animales están en contacto directo con humanos enfermos, o posiblemente enfermos, por el virus COVID-19?

En la actualidad no existen pruebas de que los animales de compañía estén desempeñando un papel epidemiológico significativo en esta enfermedad de humanos. Sin embargo, teniendo en cuenta que los animales y los humanos en ocasiones pueden verse afectados por las mismas enfermedades (denominadas zoonóticas), se recomienda que las personas enfermas con COVID-19 reduzcan el contacto con animales de compañía u otros animales.
En el contacto y cuidado de animales, siempre se deben tomar medidas básicas de higiene. Estas medidas incluyen lavarse las manos antes y después de estar en contacto o manipular animales, su comida o sus artículos, así como evitar besarlos, lamerlos o compartir comida.
Siempre que sea posible, las personas que estén enfermas de COVID-19 deben evitar el contacto directo con sus mascotas y dejar su cuidado a otros miembros del hogar. Si estas personas deben ocuparse de sus mascotas, deben respetar buenas medidas de higiene y utilizar una mascarilla en la medida de los posible. Los animales propiedad de personas infectadas por el COVID-19 deberán mantenerse en el interior tanto como sea posible y se deberá evitar al máximo el contacto con estas mascotas.

¿Qué hace el Servicio Veterinario Nacional con relación a los animales de compañía?

Las autoridades nacionales de Salud Pública, así como el Servicio Veterinario deben trabajar en colaboración utilizando el enfoque Una Sola Salud con el fin de compartir información y realizar la evaluación de riesgos cuando una persona afectada por el virus COVID-19 informa estar en contacto con animales de compañía u otros animales.
Si tras la evaluación de riesgos se decide realizar las pruebas a un animal de compañía que esté en contacto directo con una persona/dueño infectado por el virus COVID-19, se recomienda su realización mediante PCR en tiempo real en muestras orales, nasales y fecales/rectales. Deben tomarse las precauciones necesarias a fin de evitar la contaminación de muestras por el medio ambiente o los humanos.
Los animales que hayan dado positivo al virus COVID-19 deberán mantenerse alejados de animales no expuestos y evitarse su contacto en la medida de lo posible.

¿Deben tomarse precauciones con los animales vivos o con los productos animales?

Aunque existe incertidumbre acerca del origen del virus COVID-19, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, como medida de precaución general, en las visitas a mercados de animales vivos, mercados húmedos o mercados de productos animales, deben tomarse medidas de higiene general, entre ellas lavarse regularmente las manos con jabón y agua potable después de tocar animales o productos de animales, evitar tocar los ojos, nariz y boca con las manos, y evitar cualquier contacto con animales enfermos o productos de animales estropeados. Se debe evitar estrictamente todo contacto con otros animales que pudieran vivir en el mercado (por ejemplo, perros y gatos callejeros, roedores, aves o murciélagos). Se debe tener especial precaución en evitar el contacto con desperdicios de animales o con fluidos del suelo o de las superficies de los puestos y las infraestructuras del mercado.
Entre las recomendaciones estándar de la OMS para prevenir la propagación de la infección se encuentran lavarse regularmente las manos, cubrirse la boca y nariz con el codo al toser y estornudar, y evitar todo contacto con cualquier persona que muestre síntomas de enfermedad respiratoria como tos o estornudos. En cuanto a las buenas prácticas en materia de inocuidad de los alimentos, la carne cruda, la leche o los órganos de los animales deben manipularse con precaución para evitar una posible contaminación trasversal con alimentos crudos. La carne procedente de animales sanos que se prepara y sirve de acuerdo con los principios de buena higiene y de seguridad alimentaria sigue siendo apta para el consumo. Otras recomendaciones de la OMS puede consultarse aquí.
La Comisión del Codex Alimentarius ha adoptado varias directrices prácticas sobre la manera de aplicar e implementar las mejores prácticas con el fin de garantizar la higiene de los alimentos (Principios generales sobre higiene de los alimentos CXC 1- 1969), la manipulación de las carnes (Código de prácticas de higiene para la carne CXC 58 – 2005) y el control de los virus en los alimentos (Directrices sobre la aplicación de principios generales de higiene de los alimentos para el control de virus en los alimentos. CAC/GL 79-2012), al igual que otros documentos que pueden consultarse en el sitio web del Codex.
Teniendo en cuenta la información disponible actualmente, no hay evidencia científica para justificar la introducción de medidas sanitarias adicionales en los intercambios de animales o productos animales de los países que hayan notificado casos de COVID-19 en humanos. De igual manera, no son necesarias las precauciones para los materiales de embalaje, sino que prevalece el respeto de las reglas higiene básicas, como el garantizar que están limpios y libres de toda contaminación visible.

¿Cuáles son las responsabilidades internacionales de las Autoridades Veterinarias en este asunto?

La infección de los animales por el virus COVID-19 reúne los criterios de enfermedad emergente.
Por consiguiente, debe notificarse a la OIE cualquier (caso) infección de animales por el virus COVID-19 (incluyendo información sobre la especie, las pruebas de diagnóstico e información epidemiológica relevante) de conformidad con el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE..
Es importante para las autoridades veterinarias mantenerse informadas y cooperar estrechamente con las autoridades de salud pública y las responsables de la fauna silvestre con el fin de garantizar la coherencia y pertinencia de la comunicación y la gestión de los riesgos.
Resulta vital que el COVID-19 no lleve a la toma de medidas inapropiadas que pudieran afectar a los animales domésticos o silvestres, comprometiendo su bienestar y salud, o ejercer un impacto negativo en la biodiversidad.
En algunos países, los servicios veterinarios están apoyando funciones centrales en la respuesta de salud pública, tales como la detección y el análisis de muestras de vigilancia y diagnóstico tomadas de humanos. En ciertos países, las clínicas veterinarias también participan en la respuesta de salud pública donando materiales esenciales tales como equipos de protección personal y ventiladores.
Al final de la página, encontrará un documento de Orientación sobre el apoyo de los laboratorios veterinarios en la respuesta de salud pública para el COVID-19.

¿Qué hace la OIE?


La OIE permanece en contacto con sus Representaciones regionales y subregionales, los Delegados de la OIE de los Países Miembros y el Grupo de Trabajo sobre la Fauna Silvestre de la OIE, así como con la FAO y la OMS con el fin de colectar y compartir la información disponible más reciente. La OIE está cooperando estrechamente con su red de expertos que toman parte de las investigaciones en curso sobre el origen de la enfermedad. Además, la OIE hace el seguimiento diario de los rumores y de la información extraoficial.

La OIE ha movilizado varios grupos de trabajo técnico (grupos ad hoc) a efectos de brindar asesoramiento científico acerca de las prioridades de investigación, sobre la investigación en curso y otras implicaciones del COVID-19 en términos de sanidad animal y salud pública veterinaria, incluyendo el análisis del riesgo, la gestión del riesgo, y la información sobre el riesgo. Con el fin de coordinar estas actividades, la OIE ha puesto en marcha un sistema de coordinación de incidentes. La OIE también ha desarrollado orientaciones de alto nivel para laboratorios veterinarios que trabajan con los servicios de salud pública para ayudarlos en las pruebas de muestras de humanos para el COVID-19.
Dadas las similitudes entre COVID-19 y el surgimiento de otras enfermedades infecciosas humanas en la interfaz humano-animal, la OIE, junto con su Grupo de trabajo sobre la fauna silvestre y otros socios, avanza en el desarrollo de un programa de trabajo a largo plazo que busca comprender las dinámicas y riesgos en torno al comercio y consumo de fauna silvestre, con objeto de desarrollar estrategias para reducir el riesgo de futuros episodios de contagio.

sábado, 4 de abril de 2020

Chilenos, sonrían: Google detecta si cambiaron sus desplazamientos

¿Big data y coronavirus? Google todo lo puede. Un informe de la empresa muestra cómo han cambiado los patrones de movimiento de los chilenos desde que se desató la pandemia.
Así, sin más, y de un segundo para otro, cualquier dispositivo móvil inteligente puede tener acceso a los movimientos que usted realice con él. Y eso no está referido solo a los movimientos en internet, sino que a los desplazamientos físicos que usted realice, por ejemplo, en la ciudad.
Con datos como estos, Google realizó un informe que dio a conocer el 3 de marzo, en el cual se muestra cómo han cambiado los patrones y las tendencias de movimiento desde que estalló la pandemia del coronavirus en Chile.