martes, 19 de abril de 2016

Hacia una Economía con Rostro Humano de Bernando Kliksberg.



ENSAYO



Hacia una economía con rostro humano, una, dos y hasta tres preguntas de fondo recorre esta obra heterodoxa y no convencional: y acaso ¿Es posible una economía con rostro humano? Bernardo kliksberg demuestra que es viable y que es la salida real a los angustiosos problemas de América latina. y es que la política social y bienestar de la familia en este caso la familia venezolana se encuentra entre luces y sombras y este maravilloso autor profundiza diez falacias predominantes sobre el desarrollo social; el análisis e impacto de las severas desigualdades que caracterizan a las economías mas afectadas dentro y fuera del gasto social; el reflejo de cómo operan diariamente, en las oscuridades de los sectores de la salud y la educación; la consecuencia más cruda se ve notoriamente reflejada por la difícil situación de la familia y por las muertes gratuitas que en América latina se están produciendo a diario por la agobiante pobreza; mucho de nosotros, diferentes circunstancias en diferentes sectores del país políticos empresarios profesionales estudiantes universitarios, en algún momento de nuestras vidas nos hemos planteado la pregunta que el doctor  Bernardo kliksberg se ha planteado en esta obra ¿por qué un continente potencialmente tan rico genera tanto sufrimiento?, o tal vez hemos escuchado en algunas conferencias o leído en prensa o tal vez observado en análisis económicos ¿cómo esto  puede cambiarse? la obra totalmente enriquecida de un dialogo totalmente economista no agota sus aportes en el cuestionamiento riguroso, tratando de descubrir, aclarar y explorar soluciones concretas, así como también presentarnos cifras que aunque forman parte de una segunda edición 2002, nos muestras una cruda realidad donde se involucra en un primer plano la gerencia social, capital social, participación comunitaria y una nueva generación de políticas sociales, la cadena de fortalecimiento que debe existir entre estos elementos nos llevara a recuperar la capacidad de indignación frente al gran grito de la explosión de pobreza que una encomia sin cara, sin rostro mortal ha contribuido a generar



La vigencia de esta obra a la que hacía referencia en el párrafo anterior la tenemos tan viva tan presente en la Venezuela de hoy día que la conclusión mayor que tenemos presente en este tipo de análisis es precisamente una economía desmoralizada, el objetivo primordial es entonces moralizar y evitar las injustas consecuencias sociales de la “revolución industrial”. La política social en América latina se interesó por las condiciones de la clase trabajadora, identificándose con la política laboral; en consecuencia, el enfoque se encamina en una primera etapa y así coincido totalmente hacia una  prohibición del trabajo a los menores de edad,

Así como también salarios más justos y seguridad en el trabajo. No puedo dejar de mencionar el señalamiento al cual Bernardo kliksberg hace mención al destacar  que la desigualdad social en la que se debate América latina, es la mayor del planeta, con el 23.9%, comparada con la del continente africano que se registra en 10.3%. Enfatizando que la educación y la salud han sido fuertemente frenadas por las severas inequidades. Si realizamos un estudio actualizado y pormenorizado encontramos  indicadores que confirman la debilidad en la aplicación de políticas sociales dirigidas a corregir las desigualdades y la exclusión en Latinoamérica para ello los gobiernos de turno a lo largo de la historia han dictado leyes y reglamentos para crear nuevos servicios sociales ofrecidos en campañas electorales y/o para fortalecer los programas sociales existentes. sin embargo, la realidad en la que se debate la sociedad venezolana es impresionante, esta realidad sentida por la sociedad es intolerable, los problemas estructurales como el desempleo, la pobreza, la inseguridad ciudadana, la corrupción, la baja calidad de la educación, de la salud, y la migración interna y externa, demandan políticas sociales que no se circunscriban en sanear únicamente la pobreza desde una versión de carencias materiales de la familia; sino que amplié el radio de acción hacia la carencias espirituales, agraviadas por la pérdida de valores éticos y morales en la sociedad.

Ante este panorama de crisis social y empobrecimiento de gran parte de la población, le corresponde a la “política social” un papel clave para contrarrestar las consecuencias negativas que actualmente sufre las sociedades. Para concebir entonces una “política social”, que responda a los intereses de todas las familias,

El funcionamiento del estado se ve afectado por la corrupción, una gran verdad que no puede ser tapada fácilmente, lo que lleva a considerar que esta sea percibida como un problema político. se trata de un mal arraigado en la sociedad, que se traduce en un grave problema con dimensión exageradamente grandes, aún cuando el punto de partida de la corrupción lo encontramos en lo político, ya que está ligada al grado de institucionalización del sector público, también presenta un componente social, es así, como luego de la lectura que confieso tarde cuadro días en analizarla y realizadas las consideraciones pertinentes, atendiendo al criterio del autor, observando también las circunstancias de nuestro país, que cuenta con la corrupción entre sus vicios latentes y crecientes, que impide la acción efectiva del estado en el cumplimiento de sus fines, considero que el problema es político, con gran incidencia social. Desde el otro punto de vista, queda demostrado que valores como la probidad personal y la transparencia de la actividad gubernamental están asociados a concepciones morales de los pueblos, y que indicadores como el índice de desarrollo humano nos permiten asociar mejores condiciones intelectuales de los habitantes de un país, con mayor transparencia, antes que el excedente de recursos que pudiera representar el producto interno bruto.

El problema está en que se ha “maniqueizado el estado”, y esto lo ubica entre las diez falacias sobre los problemas económicos y sociales de América latina. además de que, como plantea Bernardo kliksberg  “se ha deslegitimado la acción del estado, ya que se ha asociado la idea de estado con corrupción, con incapacidad para cumplir eficientemente las funciones más mínimas, con grandes burocracias, con despilfarro de recursos”  y que esta falacia de la maniqueización del estado lleva a consecuencias muy concretas “al deslegitimar su acción deja abierto el terreno para su debilitamiento indiscriminado, y la desaparición de políticas públicas firmes en campos cruciales como los sociales que contribuye al aumento de la pobreza y de la desigualdad, y limita las posibilidades de un crecimiento sostenido.

En países como el nuestro está comprobado que la lucha contra la corrupción no es más efectiva creando más figuras delictivas ni aumentando las sanciones penales, sino educando a la población y fomentando valores ciudadanos orientados a preservar la decencia pública y la moralidad administrativa. Más hacemos en ese sentido creando conciencia colectiva sobre la importancia de la probidad personal y la transparencia de la actividad gubernamental, y en esto es muy importante el papel que debe jugar el sistema educativo.

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