Prueba y error. Para alcanzar un alto nivel de
profesionalismo, los miembros de un equipo necesitan equivocarse. ¿Cómo puede
un líder dar luz verde a eventuales errores sin hacer peligrar su
empresa?
El
primer paso es determinar las áreas de la empresa, donde un error podría tener
lugar sin causar demasiado daño. Los departamentos estrechamente relacionados
con los clientes de la empresa y, por ende, con la confianza depositada por
ellos en la misma deberían estar dentro de los límites de riesgo significativo,
la supervisión es fundamental.
No
obstante, otras áreas podrían dar mayores libertades a sus
trabajadores para experimentar con nuevas y mejores formas de hacer las
cosas.
Luego
de ello, se debe comunicar a los empleados el establecimiento de una política
oficial de la compañía en cuanto a la admisión de errores, y los límites
impuestos.
En
ese contexto, cabe aclarar a los colaboradores que la comisión de
cualquier error es tolerable sólo una vez, siempre y cuando se trate de un acto
de buena fe (sin malas intenciones). Si se comete por segunda la misma equivocación,
entonces el responsable deberá afrontar las consecuencias, de acuerdo a las
políticas de la empresa.
Todos
cometemos errores. Ellos son el camino a las grandes ideas y e innovación.
"Si usted no está cometiendo errores, entonces no está haciendo nada",
dijo alguna vez John Wooden. Es decir, son los peldaños ubicados fuera de la
zona de confort de cada uno, donde se hacen nuevos descubrimientos y las
grandes lecciones se aprenden.
Los
grandes líderes dan luz verde a sus empleados para que cometan errores. Pero
los buenos colaboradores aprenden de esas equivocaciones (no actúan a la
defensiva y son honestos al reconocer en qué fallaron), se responsabilizan por
esos actos, hacen lo necesario para corregirlos (o para enmendar el daño
ocasionado a la medida de sus posibilidades), y colocan medidas de seguridad
para garantizar que no repetirán el mismo error.
El
último paso es indispensable, ya que forma parte del proceso de aprendizaje.
Cuando se ha cometido un error, lo importante es averiguar qué medidas de
seguridad y control se pueden establecer para no volver a cometer la misma
equivocación.
Lo
importante es que al cometer un error se aprende de forma muy significativa, es
por ello que se debe documentar dicho error, y la manera correcta de proceder para
prever que no se cometa nuevamente, y el registro de la misma, ayuda de forma
directa a los demás trabajadores.
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